Kiki Cortiñas, no es el típico cantaor flamenco. Primero porque este gitano nació en la gallega provincia de Lugo. Y después, porque lleva más de media vida acompañando con su voz el baile y el toque de los mejores bailaores, bailaoras y guitarristas flamencos de postín, de entre los que cabría destacar sin discusión posible, el gran Tomatito. En su cálida voz podemos hallar unos matices y maneras propios de los cantaores de personalidad. Su inquietud musical lo han llevado a beber de influencias tanto dentro de vasto territorio del flamenco, como en otras músicas y géneros. Lo acompañará a la guitarra la siempre justa y precisa guitarra de Cristóbal Santiago.