Una formación que invita a desarrollar herramientas para trabajar el patrimonio, el conflicto y la diversidad desde una perspectiva participativa y transformadora. A lo largo del proceso, exploraremos las memorias personales, comunitarias y territoriales como una materia viva, tejida por lo simbólico, lo sensorial y lo relacional.
Un espacio para reconocer las capas, los silencios y las tensiones que habitan nuestras historias, y para transformarlas en relatos y experiencias compartidas. En un contexto como el de Euskadi, esta formación propone un encuentro para escuchar, revisar y representar aquello que aún cuesta nombrar, activando preguntas y construyendo nuevas formas de diálogo a través de la práctica cultural.